Volándonos hacia el cielo.

Miradas querenciosas de azúcar y miel,
que traspasan el umbral
buscándose y se encuentran.
El sedoso revoloteo y serpenteo dichoso
-acariciando el aire- que le deja bailar...
...ante el choque de mares
que despierta oleaje
de aguas termales – por un beso-.
...recorriendo la húmeda las suaves pieles
-para saborear las dulzuras-
y acariciando suavecito la escurridiza piel
que de tantas sensaciones
-parece que se adormece-
....y despierta el tacto que dibuja la silueta...
...desde las miradas,
las dulzuras...hasta las pisadas.
Subiendo con sus rizadas atrevidas
y llegando a la vela y sus lunas llenas,
venerándola en sus izadas y arriadas
-con sus caricias a la vida-.
Suspiros...
Y subiendo en sus rizadas traviesas
hacia la mar en tempestad
-para beber su agua y su sal-
Gemidos...
Barco a puerto
las mares están bravas.
El barco recoge velas
y el puerto se relaja...
por haber traído el barco a casa.


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22/1/09
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