¿Qué clase de gente?
se atreve a mandar...
- niños a la muerte -;
con un fusil en la mano
a matar a sus hermanos,
entrenados para sufrir
y también para morir;
ni siquiera con diez...
no vayan a saber;
- ojos como platos -
por tanta sangre,
dolor y espanto;
sus manos sudorosas,
frías y temblorosas;
se acuestan asustados
y se levantan aterrados.
En edad
de aprender y jugar,
en vez de guerrear...
con cara de susto,
por lo que les espera
en el siguiente minuto.
Niños soldados,
enfrentados
a sus propios hermanos.
Malditos reclutadores
- estremecedores -
asquerosos, inmundos,
¡sin escrúpulos!
buscadores de mercancía
dócil y barata,
casi de balde...
sumisa y una ganga.
¿A quién le corresponde
salvar a estos niños soldados?
del destino
que les han designado.
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1-3-06
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SI LAS GUERRAS DE POR SÍ SON RECHAZABLES, IMAGINAROS SI ENCIMA UTILIZAN NIÑOS. Javier
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(123)
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1-3-06
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SI LAS GUERRAS DE POR SÍ SON RECHAZABLES, IMAGINAROS SI ENCIMA UTILIZAN NIÑOS. Javier
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Un poema sumamente conmovedor. Desgraciadamente la participación de niños en las confrontaciones armadas es muy frecuente. Los adultos olvidamos que fuimos niños con la inclinación natural de jugar aprendiendo y aprender jugando.
ResponderEliminarQuerido Javier, ya te había dejado comentario como Diamantina, reitero lo dicho entonces. Es este tiempo me he dado cuenta de lo gravísimos - y bastante frecuentes- que son estos casos. Es inaudita la conducta de los adultos, NO TIENE PERDÓN.
ResponderEliminarMe entristece que ocurra ese comportamiento irresponsable y cruel.
Un bes♥
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