
Cuando somnolienta
siento que...
la sábana de tu lado no está arrugada
-porque no has llegado-
Y espero ansiosa
tu regreso, como...
la mar al río:
Ríos de lava
recorren mi cuerpo,
Las noches mágicas
apagaban mi fuego
-las echo de menos-
en tu recuerdo...
-aunque no estés, amor-
Besos, caricias...
tus “te quiero”
olor a incienso;
llamadas, palabras...
¿te acuerdas?
-yo era tu cielo-
Paseos,
un hasta luego...
recorro la casa
y no te encuentro...
aroma a café
recién hecho.
No quiero sentirme
-sola de ti-
Aunque no estés...
-en tu recuerdo-
siento que...
la sábana de tu lado no está arrugada
-porque no has llegado-
Y espero ansiosa
tu regreso, como...
la mar al río:
Ríos de lava
recorren mi cuerpo,
Las noches mágicas
apagaban mi fuego
-las echo de menos-
en tu recuerdo...
-aunque no estés, amor-
Besos, caricias...
tus “te quiero”
olor a incienso;
llamadas, palabras...
¿te acuerdas?
-yo era tu cielo-
Paseos,
un hasta luego...
recorro la casa
y no te encuentro...
aroma a café
recién hecho.
No quiero sentirme
-sola de ti-
Aunque no estés...
-en tu recuerdo-
Que bello y triste poema.
ResponderEliminarMuy bueno.
Querido Javier, qué bello y triste poema, como te dejó dicho Edu en su comentario.
ResponderEliminarEstá bellamente expresado, tu fina sensibilidad captó ese sentimiento femenino.
Para mí, la parte que condensa el sentimiento de tristeza está en
"¿te acuerdas?
-yo era tu cielo-"
Salud♥s