La vida no quiere casarse ni con su padre

La vida no quiere casarse ni con su padre
cosa que está bien
y que nadie crea que compra vitalicia su poltrona
…y nadie necesitaría tarjeta de presentación,
ni estar recomendado, ni tener padrino.

Estamos en un mundo en el que el triunfo
no es sinónimo de pódium eterno
hay que seguir ganándoselo a pulso
sin recurrir a la bazofia fácil tocando fibras sensibles
o aferrados a la cresta de la ola,
que si la mar se embravece de tal vileza
te engulle en los gusanos de tus propias miserias
que son interclasistas, y cortan por el mismo patrón
a todos los surfistas que desafían “la ley”
-la ley del equilibrio proporcional-
…y que se chulean en sus propios mares
en vaivenes que descabalgan a la menor
hasta al propio Llanero Solitario o al Cid Campeador
si no hubieran sido un poco como El Zorro
expropiando a los de siempre
para redistribuir… como está mandado por ley natural.
…Y te cortan las alas de cisne o la cola de pavo real
mandando a cualquier novicio con prerrogativas
y que te recuerde que el sitio no tiene amo, ni señor,
ni siquiera ganado por oposición,
si no por devoción, y dedicación al trabajo diario…
y si no a la P. Calle.



Javier Eguílaz

14/9/11

Nota : La imagen fue tomada de internet

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