Corren –van de prisa-
como si en ello
les fuera la vida
-sombras numeradas-
que se pierden “ante la luz”,
sin darse cuenta
“que existe “el mar de la calma.
Desmoronándose
en los desnudos
“cielos azules”
“ante los verdes vivos”
“cuando el naranja se esconde”
y “ante la luna Soledad”...
Alabando –diría yo-,
...idolatrando...
a la transcendentalidad
de lo superfluo y lo insulso,
donde se bañan con naturalidad
-como peces en el agua-,
ni siquiera sabiendo
que “hay bandera roja”,
y se pueden ahogar
“en su mar de confusiones”
que a lo peor les atrapa
y con sus tentáculos
-vestidos de ola-
no les deje escapar.
En transcendentalidad
de lo superfluo y lo insulso
-vestidos de fantasmas-
con sus cadenas.
Atrapados y esclavizados
por su propia mediocridad.
pareciendo un batallón indisciplinado
pero bien engrasado “y rugiendo”
¡Sálvese quien pueda!
Se puede luchar por la Libertad
cada uno a su manera
y como buenamente pueda.
“La soledad”
y la Libertad que genera...
-merecen la pena-.
15-12-08
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ResponderEliminarCariño, vivir a toda prisa, pareciera una consigna generalizada, vivir mucho en poco tiempo sin tomarle sabor a la vida sin ver más allá de las narices, atropelladamente sin mucho sentido ni razón como queriendo multiplicar el tiempo...y como si las cosas fuesen a terminarse. Es la obsesión por llevar las sensaciones al máximo, cuando de verdad se están privando de saborear la vida.
Un bes♥
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