Ahora sí,
creo en los Ángeles
¡niña!
sin saber por qué,
te despiertas
en el infierno:
ni se sabe
cuánto tiempo,
bailando con fuego.
-por supervivencia-
como cenicienta:
alimentando –la llama-,
que a la vez te quemaba.
Marchaste
sin decir ni por qué,
en busca de nuevos horizontes,
y poco a poco
te hiciste mujer.
Ángel venido de los Fuegos,
mis antepasados Dioses del Olimpo,
te reservan un hueco
en el Reino de los Cielos.
creo en los Ángeles
¡niña!
sin saber por qué,
te despiertas
en el infierno:
ni se sabe
cuánto tiempo,
bailando con fuego.
-por supervivencia-
como cenicienta:
alimentando –la llama-,
que a la vez te quemaba.
Marchaste
sin decir ni por qué,
en busca de nuevos horizontes,
y poco a poco
te hiciste mujer.
Ángel venido de los Fuegos,
mis antepasados Dioses del Olimpo,
te reservan un hueco
en el Reino de los Cielos.
Querido Javier, desconozco en este caso pero en este tipo de programas suele haber un guión guía sobre el que actúan los participantes.
ResponderEliminarNo obstante, en la vida real existen muchos casos 'de película'en los que las circunstancias y el dolor se ensañan en la personas, hasta es probable que guiones de ese tipo se inspiren en hechos acaecidos.
Salud♥s