
Ojos diamantinos
reflejos de luces y colores,
asombrados y adormecidos
por la noche cruel y sus horrores.
La noche nos embriaga con su aroma
nos hace sus cómplices libertinos,
en el jardín de los ángeles de segunda,
y bebemos del manjar prohibido.
Después de la noche intensa y apasionada
y la placidez del descanso,
despiertas envuelta y perfumada
entre sueños y recuerdos velados.
Saboreando todavía el gusto por el placer
te me escapas como el humo de un cigarro,
quiero agarrarte y no te puedo coger
los recuerdos pertenecen al pasado.
reflejos de luces y colores,
asombrados y adormecidos
por la noche cruel y sus horrores.
La noche nos embriaga con su aroma
nos hace sus cómplices libertinos,
en el jardín de los ángeles de segunda,
y bebemos del manjar prohibido.
Después de la noche intensa y apasionada
y la placidez del descanso,
despiertas envuelta y perfumada
entre sueños y recuerdos velados.
Saboreando todavía el gusto por el placer
te me escapas como el humo de un cigarro,
quiero agarrarte y no te puedo coger
los recuerdos pertenecen al pasado.
Querido Javier, es un poema muy bonito.
ResponderEliminarUn bes♥