
¡ ESE ES MI VIEJO!
Ese hombre que está sentado en la plaza,
de bastón de palo y puño de plata,
el sombrero negro y clara alma,
el de la turbia mirada
y voz gastada,
el de las manos temblorosas
y espesas canas,
el de la cara arrugada
y profundas huellas,
-agotado por la vida-
cruel y desgarrada,
que largo cautiverio
-cuarenta años-
al lado de la tierra.
Sufrir fue notable en él,
alegrías pocas y contadas,
tristezas muchas y no deseadas;
trabajar sin descanso,
para no llegar a nada.
¡Sólo a oír!
Polvo eres... y en polvo te has de convertir,
ese hombre que está sentado en la plaza
¡ ese es mi viejo!
GRACIAS a mi hijo Joaquín por dedicarme
esta poesía por mi cuarenta cumpleaños.
Él sí que sabe.
.
Ese hombre que está sentado en la plaza,
de bastón de palo y puño de plata,
el sombrero negro y clara alma,
el de la turbia mirada
y voz gastada,
el de las manos temblorosas
y espesas canas,
el de la cara arrugada
y profundas huellas,
-agotado por la vida-
cruel y desgarrada,
que largo cautiverio
-cuarenta años-
al lado de la tierra.
Sufrir fue notable en él,
alegrías pocas y contadas,
tristezas muchas y no deseadas;
trabajar sin descanso,
para no llegar a nada.
¡Sólo a oír!
Polvo eres... y en polvo te has de convertir,
ese hombre que está sentado en la plaza
¡ ese es mi viejo!
GRACIAS a mi hijo Joaquín por dedicarme
esta poesía por mi cuarenta cumpleaños.
Él sí que sabe.
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Haz cumplido y cumples con creces la primera y más importante misión de todo ser humano: amar, proteger y formar a tus hijos. Con el amor que recibes de ellos, estás cosechando lo sembrado.
ResponderEliminarTe admiro muchísimo por ello. Felicitaciones.