Ay, amor, amor

Si el AMOR es...
Como una llama
que si no se alimenta
se ahoga y se apaga.

Dar mimos y acurruques
solo porque le quieres.
¡Sorprender!
Hacer como que te sorprendes
en el momento adecuado.
Despertarle con un beso, una sonrisa
y “el desayuno en la cama”.
Llamarle en cualquier momento
y decirle “te quiero”.
Esperarle impaciente y
preguntarle como le fué el dia.
“Ir juntos”.
Buscar y sino encuentras conformarte.
Aguantarle en sus dolores de cabeza
aunque sean de mentirijilla. El diálogo y más diálogo
y no dejar cuestiones
ni en el olvido, ni en el tintero.
Contar hasta diez
antes de meter la pata. No reprochar constantemente.
No chantajear emocionalmente.
Olvidar, -depende qué cosas-.
Perdonar.
Pedir perdón por nuestras equivocaciones
y procurar no reincidir.
Estar porque “le quieres y le admiras”.
Cuando te duele lo del otro
y cuando se te contagian sus risas.
-Estar cuando se te necesita-.

Y AMOR no es...
Ese subidón -todo pasión-
y después... nada de nada.
Dejarse hacer como si fuéramos
muñecos hinchables.
El costumbrismo.
Llevarle el desayuno a la cama
y -ahí se apañe-.
Decir “te quiero” con la boca pequeña.
Esperarle durmiendo.
Ir a la zaga del otro.
Conformarte demasiadas veces.
Soportar siempre engañuflas y triquiñuelas.
Dejar pasar los problemas sin resolverlos.
Dar la razón como a los locos.
La callada por respuesta.
Dejarlo todo en el olvido.
Perdonar lo imperdonable y muchas veces,
-éso sólo queda para las sufridas madres-
y creo que no es amor, sino un acto de posesión.
Tirarse a un pozo, porque lo haga el otro.
Estar por necesidad de compañía.
Solo el “pasarlo bien” y sin responsabilidades.

POS VA A SER...
Que me he pasado la vida en la hipnopia,
espero que no sea tarde,
-me lo curraré todos los dias-
y si no lo consigo
me conformaré con “mi soledad”
y “mis sueños”.

5 octubre 2006

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