
entre los pueblos
y de sus gentes,
sin tanto desequilibrio
-ni tanto...prepotente-.
Con respeto a las ideas...
¡siempre está el diálogo!
y no las guerras.
Con respeto
a la libertad sexual
y a las querencias
-sin imponer la fuerza-.
Por la mentalización
hacia “el ser”
y no acoplarse en “el estar”,
es más gratificante
-huyendo de lo vanal-.
Con respeto a otras especies
que no sólo están de adorno,
sino que cumplen su función
en el equilibrio ecológico.
Con respeto al medio
o agotaremos los recursos
sin remedio,
y lo haremos inhóspito
para los tatara...nietos
y para todos...nosotros.
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19.02.07
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Me gusta este poema y me siento fuertemente identificada con él. Las intolerancias fortalecen las crisis sociales, económicas, ideológics y ecológicas que agobian a nuestro planeta y su población.
ResponderEliminarDespertar conciencia para la búsqueda de soluciones y para lograr la contribución individual en la atenuación de esos efectos es nuestra misión.
Gracias por tu contribución.