
Con pan e higos
..-se anda el camino-...
El refrán y el refranista
se hermanan,
con lo natural,
lo vulgar...lo sencillo.
Cinco casas camufladas,
entre las viejas montañas,
llega el viajero...
...y se marcha,
por la vereda, veredeando:
respirando sus verdes;
empapado por
el chapoteo de los vidrios,
peces jugueteando
en el aire,
con cristalitos vivos;
las vacas -ojos-
vigilantes impasibles,
de que todo,
sigue en orden y en su sitio.
El pastor
acompañando al rebaño,
sierra arriba, a los altos...
-a la casa de verano-
con su bastón de mando,
apoyador y amigo;
y en su zurrón:
-pan e higos-
queso y vino.
.
se hermanan,
con lo natural,
lo vulgar...lo sencillo.
Cinco casas camufladas,
entre las viejas montañas,
llega el viajero...
...y se marcha,
por la vereda, veredeando:
respirando sus verdes;
empapado por
el chapoteo de los vidrios,
peces jugueteando
en el aire,
con cristalitos vivos;
las vacas -ojos-
vigilantes impasibles,
de que todo,
sigue en orden y en su sitio.
El pastor
acompañando al rebaño,
sierra arriba, a los altos...
-a la casa de verano-
con su bastón de mando,
apoyador y amigo;
y en su zurrón:
-pan e higos-
queso y vino.
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Cariño, me encanta esta escena bucólica. Ya me has contado las circuntancias en que escribiste este poema. Qué recuerdos gratos de una escena digna de ser pintada.
ResponderEliminarUn bes♥
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ResponderEliminarHola, cariño, qué delicia imaginarme la belleza de esas escenas. Cierro los ojos y puedo sentir el aire fresco intentando penetrar mi abrigo. Qué agradable sentir ese "chapoteo de los vidrios" para luego calentarse con una copa de vino. Gracias por compartir ese bello poema.
Un bes♥.