
Se me muere el poema
y más quisiera seguir revoloteando
de boca en boca, de mano en mano,
siguiendo mostrándose vivo y jovial
como ese niño que juega por jugar,
y fue el deseo del alma de esas manos
que le parieron para que fuera canto de voz en voz
Y ni siquiera es que se atraganten en sus abstinencias
sino que enmudecidas a su paso
se envuelven de silencios
que se refugian en anonimatos tumultuosos,
y siguen su vida entre papeles fáciles
para seguir jugando su propio reality show
día tras día sin soñar el cómo sería
la resurrección de mi poema, y otros,
e inventar otras realidades revoloteando
para que esas vidas anónimas
bebieran de a diario
músicas, colores, y sueños de primera mano
16/2/11
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Nota : La imagen fue tomada de internet.